Se suelen decir millones de cosas sobre Akhenaton, la mayoria cosas malas, pero yo creo que tenía cosas muy buenas, me imagino a un hombre extremadamente sensible y por qué no decirlo: Un poeta.
Otro día me adentraré más en el mundo Akhenaton, mientras tanto aquí dejo una poesía que le escribió a su esposa, la Reina Nefertiti.
Espero que lo disfrute quien lo lea.
Reina de las arenas
que a tus pies
se desborda el Nilo.
Amárrame a tus cadenas
que la vida es como es
pero vivo pendiente del hilo
que me alarga las esperas.
Que todo mi reino daría
por esas caderas
y por ese cuello
que es la romería
de mi boca desbocada.
Y deshojaré el velo
que esconde tu mirada
bajo el clamor
de tu cabello al viento
para entre Karnak y Luxor
peregrinar por el amor
y el perfume de tu aliento.
Mi reina, yo te daría
la fuerza de los dioses
el compás de una letanía,
un imán entre la distancia
y los roces,
un perfume en la fragancia
de esta calma enloquecida.
Y por ti perdería la vida
naufragando en tu belleza
y tu calor.
Y tal vez no tenerte sería
mendigar con riquezas
carentes de valor.
Nefertiti, desliz
de una sábana en celo,
corazón de un final feliz
y reina de los mares del cielo.
El edén y el infierno trepanan memorias
desempolvan antiguas quimeras
como la decepción y la gloria
y ese carruaje que ojalá no volviera...
(Traducción del Poema dedicado a Nefertiti, encontrado en Egipto en el año 1830, encontrado en la antitesis de la Piedra Roseta, grabado en marmol, escrito por Akenatón y es su declaración de amor)